Ficha Corrida

31/01/2015

Como no velho oeste, a justiça só chegará quando os bandidos estiverem mortos

Na imagem, Roberto Marinho a tiracolo de seus capangas

Roberto-Marinho-e-Figueiredo-e-ACMAos poucos vai se descobrindo todos os matizes de um grupo de bandidos que tomou, por assalto a mão armada, o poder no Brasil em 1964. Só não ocultavam o caráter… porque não tinham. Se houvesse qualquer razão, não precisariam fazer de tocaia, às escondidas, ao arrepio da lei, assassinando, estuprando e escondendo os restos dos corpos esquartejados. Estes foram os animais que O Globo saudou a chegada em editorial. Graças a esta parceria um jornal de fundo de quintal deu origem ao maior império de exploração econômica da informação no Brasil. A famiglia Marinho deve aos trogloditas de armas na mão a construção de seu império. Hoje, os três filhos de Roberto Marinho são os três homens mais ricos do Brasil.

Literalmente, um império construído à bala!

Procuradoria acusa agentes por crimes no Araguaia

Militares teriam matado e ocultado os cadáveres

ESTELITA HASS CARAZZAIDE CURITIBA

O Ministério Público Federal no Pará denunciou dois militares sob a acusação de homicídio qualificado e ocultação de cadáver durante a Guerrilha do Araguaia.

Lício Ribeiro Maciel, 84, conhecido como Major Asdrúbal, foi acusado por três homicídios e ocultação de cadáver. Sebastião Curió Rodrigues de Moura, o Major Curió, 76, por ocultação de cadáver.

A Guerrilha ocorreu entre 1968 e 75, quando militantes estabeleceram-se às margens do rio Araguaia, entre Pará, Maranhão e Tocantins para reunir camponeses para uma revolução socialista. Militares descobriram o plano e mataram dezenas de guerrilheiros.

Na atual denúncia, as vítimas são os guerrilheiros André Grabois, João Gualberto Calatrone e Antônio Alfredo de Lima, mortos numa emboscada em outubro de 1973.

Segundo o MPF, as mortes são qualificadas por motivo torpe, com uso de violência, abuso de autoridade e do aparato estatal. Os procuradores pedem o cancelamento das aposentadorias dos militares, além do pagamento de danos às famílias das vítimas.

Os advogados dos militares classificaram a acusação de "estapafúrdia", com o argumento de que a Lei da Anistia extinguiu a punibilidade de agentes de Estado por crimes cometidos na ditadura.

12/04/2014

Cadáveres assustam mortos-vivos (Paulo Brossard que o diga…)

Filed under: Baltasar Garzón,Ditadura,Franco,Paulo Brossard,Roubo de bebês — Gilmar Crestani @ 10:53 pm
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Paulo Brossard, que recentemente perpetrou um artigo defendendo a impunidade dos torturadores, foi o Ministro da Justiça do Coronel José Sarney. Cumpriu o edificante papel de procurar, no pasto, à laço, seus congêneres, os bois gordos. É que ele os reconhecia pelos chifres. Devido aos seus dotes com animais foi contratado pela RB$ para pastorear a manada que segue, bestificada e de modo bem bovino, as linhas amestradas da Zero Hora. Paulo Brossard era a oposição que ditadura gostava devido ao comportamento bovino.

Garzón, a los políticos: “¿Les dan miedo las víctimas del franquismo?”

El exjuez participa en un homenaje a los fusilados en la tapia del cementerio de La Almudena

Herreruela, 94 años: "Me duele el desconocimiento y el olvido al que nos quieren someter"

Natalia Junquera Madrid 12 ABR 2014 – 16:14 CET116

Baltasar Garzón saluda a Teófila Herreruela durante el homenaje hoy a los fusilados en la tapia del cementerio de La Almudena. / Fernando Alvarado (EFE)

"Se murió el dictador, se firmaron acuerdos, se aprobó una Constitución, se repitió un golpe de Estado, se consolidó una democracia, llegó el siglo XXI, pero nadie miró hacia las víctimas", ha denunciado Remedios Palomo, nieta de un alcalde republicano fusilado en la Guerra Civil, esta mañana en el acto de homenaje a los más de 2.600 fusilados en la tapia del cementerio de La Almudena, en Madrid. "El 26 de octubre de 2008, un hombre, un juez, se detuvo a mirar. Miró y vio esta y otras tapias. Estas fosas y aquellas cunetas. Tenía la justicia que necesitaban las víctimas y se dispuso a entregársela. No pudo ser. Y aunque la justicia ya no esté en su mano, Baltasar Garzón no ha dejado nunca de mirar hacia esta tapia y hacia aquellas cunetas. Quienes luchamos contra el olvido no debemos olvidar nunca quién fue la primera persona que miró hacia aquí, la que buscó justicia y perdió en el intento".

Tras la emocionada presentación de Palomo, y ante un público entregado, en el que abundaban muchos descendientes, ya ancianos, de los fusilados, Garzón ha recordado, con envidia, cómo hace unos días, mientras estaba en Buenos Aires, asistió a un homenaje a los exiliados del franquismo en la sede del Congreso argentino, un acto, que "contó con todo el apoyo de la cámara de los diputados y del senado y con una nutrida representación de la política" del país. Allí, en Argentina,  es "donde queda la única causa abierta del mundo para investigar los crímenes franquistas". "Ellos tratan de indagar donde nosotros fracasamos o donde no nos dejaron hacer, pero en esta ocasión la culpa no puede echarse a los políticos. La culpa la tuvieron los jueces, la justicia, que no supo estar a la altura de las víctimas".

"Dicen que en España ya hubo reconciliación, que ya se sabe todo, pero yo no sé nada. A mí no me enseñaron nada de la Guerra Civil en el colegio", ha denunciado. "Solo sé las historias que mi tío Gabriel me contaba sobre sus condenas a muerte. Jamás ha habido una política de memoria en España, ni de un Gobierno ni de otros. El miedo ha atenazado a unos y a otros. Siempre ha habido una justificación falsa. Y yo me pregunto: ¿a qué tienen miedo? ¿las víctimas dan miedo? ¿Qué es lo que puede suceder en España por que haya verdad, justicia y una verdadera reparación para las víctimas, en lugar de mendigarla cada día y que encima tengan que soportar que señores como [Rafael]  Hernando [diputado del PP], les digan que solo se acuerdan de sus familiares cuando hay subvenciones. ¡Es vergonzoso, repugnante!."

El exmagistrado de la Audiencia Nacional, procesado y finalmente absuelto por abrir una causa contra los crímenes del franquismo, ha comentado que en sus frecuentes viajes, especialmente a Latinoamérica, le preguntan por qué España no ha reparado convenientemente a las víctimas del franquismo. "No entienden lo que sucede en España, ni siquiera los gobiernos conservadores. Me dicen, ¿cuál es el problema, por qué no se hace justicia? Y el problema es que jamás se ha reconocido que el régimen franquista fuera un régimen fascista. Incluso ahora se dice que fue autoritario pero no totalitario. ¡Nos ha jodido!"." ¿No se dan cuenta de que nunca habrá una verdadera reconciliación, desde las tripas, hasta que no haya verdad, justicia y reparación para las víctimas?".

La intervención fue precedida por un largo aplauso, casi tan largo como el que recibió Teófila Herreruela, de 94 años. "Isabel Huelga tenía 62 años cuando fue ejecutada, el 31 de julio de 1939. Era madre de dos hijos, también en prisión". Herreruela se casó con uno de ellos, Antonio, pese a que el mismo día que sacaron a Isabel Huelga de la cárcel para fusilarla, cometieron la crueldad de decirle que habían sido ejecutados también. Era mentira. El pequeño, Joaquín, falleció años después en la cárcel de Porlier, de tuberculosis. Tenía 25 años. Y el mayor, Antonio, continuó en la cárcel  hasta el 16 de marzo de 1946. "Nos casamos el 9 de noviembre de 1945 en la prisión de Yeserías de Madrid", ha recordado Herreruela. "Estuvo siete años en prisión. Siete años sufriendo, unos tras las rejas y yo en la parte exterior, pero también presa". Antonio falleció el 10 de enero de 1960 por una enfermedad también contraída en la cárcel. Él y Teófila tenían tres hijos.

"Yo tengo 94 años y fui testigo de cómo el Régimen destruía vidas, saqueaba bienes… Recuerdo cuando ese ejército entró en Madrid vociferando desde sus camiones: ‘Nada tenéis que temer los que no tengáis las manos manchadas de sangre’. ¡Qué burda mentira! Muchos lo creyeron y cómo nada tenían que temer se quedaron en sus casas, como lo hicieron Isabel y sus hijos. Allí les detuvieron. No tenían por qué huir porque nada malo habían hecho. Pertenecer a un partido político no era un delito. Los que sí cometieron delito fueron ellos, que mataron a Isabel, se apoderaron de su casa…". Durante la II República, Huelga había sido funcionaria de prisiones en la misma cárcel en la que pasó sus últimas horas. "El sitio que fue su lugar de trabajo, la prisión de mujeres de Ventas, fue su lugar de reclusión y antesala de su muerte…" Estaba muy enferma cuando la mataron. "La sacaron de la enfermería para fusilarla ", ha explicado Herreruela.

Teófila ha concluido su discurso con un lamento: "Me duele el desconocimiento de lo sucedido e incluso el olvido al que nos quieren someter. Tengo 94 años y fui testigo de tanto horror. Nunca en mi vida de maestra pude explicar en clase la realidad de lo sucedido".

Celia Muñoz ha recordado a su padre, Gerardo Muñoz, maestro, ante la tapia de La Almudena donde eran fusiladas las víctimas, hoy repleta de claveles rojos y fotos de los ejecutados. "Lo mataron el 24 de junio de 1939. Dejó un verso escrito a su querida esposa, que dice todo en muy pocas palabras: ‘Cuando esto vean tus ojos, yo dejé de existir. Para todos, pero no para ti. La maldad de los hombres hizo presa en mis carnes. Padecí los horrores del odio y la barbarie. Recorrí mi calvario entero y con firmeza y solo tu sudario enjugó mi flaqueza. Vivimos honestamente nuestra vida. Digno llego a la muerte. Con honra. Nuestra canción eterna no se ha de interrumpir. Tú vives en la tierra. Yo siempre vivo en ti".

Garzón, a los políticos: “¿Les dan miedo las víctimas del franquismo?” | Política | EL PAÍS

30/05/2013

Conhecerás a verdade e só verdade te emputecerá

Filed under: Comissão da Verdade,Ditadura,Golpe Militar,Lei de Anistia — Gilmar Crestani @ 7:56 pm
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Brasil se estremece con los relatos de torturas de las mujeres de la dictadura

"Yo lloraba y les pedía que me mataran. Ellos se reían. Eran los dueños de nuestras vidas y de nuestras muertes”, cuenta una víctima

Juan Arias Río de Janeiro 29 MAY 2013 – 21:42 CET55

Las mujeres que fueron torturadas durante la dictadura militar brasileña, en algunos casos por militares aún vivos, están desfilando ante la Comisión de la Verdad, instituida por la presidenta Dilma Rousseff para sacar a la luz las sombras aún ocultas de aquel período.

Días atrás, Amnistía Internacional había pedido a la presidenta que contase en público cómo había sido torturada por los militares durante los tres años que estuvo presa. No sabemos si acabará haciéndolo antes de que la Comisión concluya sus trabajos, a finales del año que viene.

Mientras tanto, los relatos de las mujeres están impresionando a la opinión pública brasileña que, con motivo de la ley de Amnistía sellada por ambos bandos acabada la dictadura militar para facilitar el paso a la vuelta de la democracia, ha vivido una especie de silencio sobre los horrores de aquellos años de terror.

“Yo lloraba y les pedía que me mataran. Ellos se reían. Eran los dueños de nuestras vidas y de nuestras muertes”, ha contado la cineasta, Lucía Murat, que estuvo presa durante tres años y medio. Tentó dos veces el suicidio mientras estuvo presa. “Sufrí la peor sensación de mi vida, la de no poder morir”.

Su cuerpo quedó parcialmente paralizado a consecuencias de las torturas. Además de los choques eléctricos mientras estaba colgada, colocaban cucarachas sobre su cuerpo (los agresores llegaron a poner una en su vagina). Lucía sufrió también lo que ha calificado de “tortura sexual científica”.

“Me colocaban desnuda con un capuchón en la cabeza, una cuerda enrollada en el cuello pasando por la espalda hasta las manos, que estaban atadas detrás de la cintura”. Mientras el torturador la violentaba ella no podía defenderse. “Si intentaba mover mis brazos para protegerme yo misma me ahorcaba”.

La cineasta ha querido señalar que aceptó relatar su experiencia no por venganza o masoquismo, sino porque considera “fundamental contar estas cosas y dejar de manifiesto que durante la dictadura en Brasil fueron practicados crímenes contra la humanidad”.

Otra de las mujeres que ha hecho su confesión ante los miembros de la Comisión de la Verdad ha sido la historiadora Dulce Pandolfi, que era estudiante de Ciencias Sociales en la Universidad Federal de Pernambuco cuando fue apresada. Ese mismo año, 1968, había ingresado en el grupo de Acción Libertadora Nacional (ALN), organización de la izquierda armada.

Fue detenida el 20 de agosto de 1970. Recuerda la frase que le dijo un militar en el momento en que entró en el cuartel de la Policía del Ejército: “Aquí no existe Dios, ni Patria, ni familia. Sólo nosotros”.

Además de todo el ritual de torturas a las que eran sometidas las mujeres, Dulce sufrió el miedo de sentir un cocodrilo vivo sobre cuerpo. Durante una de las sesiones de tortura se desmayó. Llamaron al médico que la examinó y este les dijo a los torturadores: “Aún aguanta. Pueden continuar”.

En una ocasión la usaron como conejo de indias en una clase para aprendices de torturadores. Oyó decir, mientras la colgaban: “esa es la técnica más eficaz”. Al final de la clase le dijeron que la iban a ejecutar: “Me levantaron el capuchón, me mostraron un revólver con una sola bala y estuvieron jugando a la ruleta rusa”.

La entonces estudiante universitaria pasó por varios presidios. En total estuvo presa y fue sistemáticamente torturada durante un año y cuatro meses. “Es muy duro recordar aquella situación, pero es fundamental para que podamos construir un país más justo y más humano”, dijo al retirarse, visiblemente emocionada, ante el pleno de la Comisión de la Verdad.

Por haber sido sancionada constitucionalmente la ley de Amnistía de la dictadura, en Brasil no podrán ya ser condenados los torturadores aún vivos. La Comisión tiene como finalidad arrojar luz únicamente sobre aquellos acontecimientos, muchos de ellos desconocidos hasta hoy.

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