Ficha Corrida

15/03/2013

Yoani Sánchez, enfim, entre os seus

Filed under: Isto é EUA!,Yoani Sánchez — Gilmar Crestani @ 9:25 am
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Yoani Sánchez terá oportunidade de falar ao EUA o que acontece em Cuba, mais precisamente, em Guantánamo. Possivelmente pedirá liberdade de expressão para Bradley Manning e que os EUA deixem de perseguir Assange…

Yoani Sánchez aterriza en EE UU

La periodista cubana visita la Universidad de Columbia y recibe la mención de los premios Cabot que le otorgaron hace cuatro años

Andrea Aguilar Nueva York15 MAR 2013 – 06:28 CET34

La bloguera cubana Yoani Sanchez Cordero habla con Mirta Ojito / P. FOLEY (EFE)

En una discreta pizarra blanca se anunciaba el evento, “Yoani Sánchez primeras palabras”, pero el revuelo era patente el jueves por la tarde en el hall de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, donde se pedían tarjetas de identificación y paseaban un par de policías. Se trataba de un encuentro con estudiantes, como el que al otro lado del pasillo de la tercera planta se celebraba con la directora de la edición americana de la revista Glamour, solo que en este caso la protagonista era una de las figuras que más expectación ha despertado en Cuba y fuera de sus fronteras, una voz que a pocos ha dejado indiferente.

Cinco años y cerca de 20 solicitudes oficiales después –en lo que ella misma describe como una “cruzada personal y profesional”– Sánchez, fundadora del blog Generación Y, ha logrado viajar fuera de la isla. Apenas unas horas después de aterrizar por primera vez en EE UU procedente de México, se subía a un escenario junto a Ted Hanken, profesor de CUNY y su guía en esta visita, que hizo las veces de traductor. Fue saludada por el decano de la escuela Nicholas Lemann y por Joshua Friedman, director de los Premios Maria Moors Cabot, que quiso resaltar la excitación que el evento había provocado y la larga espera de casi cuatro años que había costado. Unas horas después se celebraría la cena de entrega de los premios y Yoani al fin recibiría el que le fue otorgado en 2009.

La charla con la periodista Mirta Ojito, profesora de la escuela, arrancó con una firme declaración de intenciones por parte de Sánchez que adelantó que a su regreso quiere ayudar a fundar un medio independiente en Cuba. “Las condiciones legales no están ahí, sin embargo creo que ha llegado el momento de pasar de un ejercicio personal e individual como el blog, y de la catarsis en 140 caracteres que es twitter a un medio colectivo”, afirmó. “Sería un medio digital, pero el día después del cambio estaría listo para circular por las manos de los cubanos”.

Con voz suave y pausada, pero decidida y contundente, Yoani fue desgranando las peculiaridades de la realidad informativa en Cuba. Habló del periodista Calixto Ramón Martínez, que destapó la epidemia de cólera en la isla y lleva en prisión seis meses, pendiente de un juicio; habló de la censura y la prisión en la que todos los profesionales del mundo de la información padecen en Cuba; y también de la particular difusión de noticias por medios tan creativos que permiten a muchos “ser especialistas en Internet sin Internet”. Los USB o lápices de memoria son la manera en que muchos cubanos logran almacenar páginas que luego circulan de mano en mano. “El que te quiere encontrar lo logra”, afirmó antes de reconocer que es imposible cuantificar el número de personas que recurren a estos mecanismos. “El gobierno le tiene pánico a Internet”. Un sistema basado en el control informativo, sostuvo Sánchez, no podría soportar la avalancha de información que contiene la Red, pero han sido las nuevas tecnologías lo que han permitido romper el férreo control.

Salones particulares ­­–no como el de Columbia donde casi una decena de cámaras grababan este coloquio que retransmitió en directo vía livestream– sirven de platós improvisados donde se filman programas de televisión creados por la sociedad civil cubana que “circulan como una gripe”, aseguró Sánchez. Y entre las telenovelas y otros entretenimientos grabados en discos duros, que pasan de mano en mano, se encuentran algunos inesperados “hits” como los documentales “Corea del Norte, acceso al terror” y “Stalin la amenaza roja” junto a cerca de 20 episodios de una serie sobre la Guerra Fría.

La reacción del gobierno cubano antes los blogueros, según explicó Yoani, ha pasado por distintas fases: de ignorarlos completamente, a acusarlos de haber sido formados en laboratorios del Pentágono. Una reacción similar a la que el gobierno castrista tuvo con la prensa escrita independiente en los 80, pero Sánchez vislumbra esto un síntoma para la esperanza: este podría ser el primer paso para la aceptación, puesto que no sólo les están leyendo sino que hay huestes de twiteros encargados de contestarla a ella y a otros. La primavera árabe, apuntó, ha sido seguida con extrema atención tanto por el gobierno, como por aquellos que como ella plantan batalla a la censura.

Sólo los estudiantes estaban autorizados a participar en el turno de preguntas en el que se plantearon cuestiones sobre cómo ayudar desde el exilio, en qué fallan los medios extranjeros a la hora de informar sobre Cuba, o qué problemas y contradicciones ha identificado esta implacable crítica en su visita al exterior. Yoani dijo que la tecnología ­–desde los retweets hasta la entrega de tarjetas para la conexión a Internet­– y las recargas a los móviles de los twiteros cubanos (mandan sus mensajes vía mensaje de texto, cuyo precio asciende a más de un dólar) son dos vías para ayudar; explicó que la libertad de expresión es lo que permitiría la denuncia de otras violaciones de derechos humanos; se mostró crítica con la visión algo folclórica que percibe en determinadas informaciones sobre su país, en las que casi nunca se marca una diferencia en los titulares entre el gobierno cubano y el país; y contó que al llegar en el primer vuelo a Panamá sintió que emprendía un viaje en el tiempo, hacia el futuro que le aguarda a Cuba.

En el exterior Sánchez ha encontrado un “griterío, un coro plural, a veces afónico”, no del todo perfecto, pero algo que sin duda prefiere al silencio o discurso sincopado oficial en Cuba. En este viaje cuando la han entrevistado ha tratado de plantear preguntas ella también y así conocer los peligros a los que están expuestos los periodistas en el norte México o las profundas diferencias sociales que establecen una acusada brecha en Brasil. En este último país la aguardaba una incómoda sorpresa, ya que un grupo la acosó e insultó, algo que resultó en una contrarreacción a favor de Sánchez y 35.000 nuevos seguidores en Twitter. “No me da miedo que manipules mis palabras, sino mi silencio”, aseguró. Su fuerza, dice que la saca de los amigos, de su esposo y su hijo adolescente y de las pequeñas cosas que un gobierno no puede arrebatarte.

Al final, ya agotado el turno de preguntas hubo una diatriba por parte de una mujer interceptada por el director de los Premios Cobot, Friedman que le advertía que el encuentro ya había terminado. Leía una serie de 40 preguntas que los opositores a la creadora de Generación Y han difundido ­–“en Brasil eran 50 así que han quitado 10”­, broméo Sánchez–. Los aplausos del público acabaron por silenciar esta última intervención y Yoani salió presurosa escoltada por personal de la escuela y con un ramo de flores entre las manos. En el patio de butacas una espontánea alzó una pancarta que la acusaba de no “ser prensa libre sino barata”. Como dijo la propia Sánchez, no cabe duda de que Cuba despierta pasiones. En los próximos días las conferencias en el New School, New York University y CUNY, entre otros lugares, prometen ser igualmente agitadas.

Yoani Sánchez aterriza en EE UU | Internacional | EL PAÍS

07/03/2013

¿Es Manning un héroe o un traidor?

Por Juan Gelman

Es notorio que el soldado Bradley Manning, el abastecedor de Wikileaks de la mayoría de los 250.000 cables reservados o secretos del Departamento de Estado que Assange dio a conocer, aceptó en la primera audiencia del tribunal militar que lo juzga la responsabilidad en diez de los 22 cargos que se le imputan. Aunque son menores, ya le acarrean en conjunto una sentencia de hasta veinte años de prisión. Entre los que se declaró inocente figura el más grave: el de ayudar al enemigo (www.salon.com, 1-3-13). Se pena con prisión perpetua.

Manning explicó en su testimonio que lo había hecho para revelar “el coste de la guerra” en Irak, donde fue analista de Inteligencia, y “abrir un debate sobre la política exterior” de EE.UU.. Declaró que había ofrecido la información a The New York Times, a The Wa-shington Post y a Politico sin solicitar remuneración económica alguna y que, no habiendo obtenido respuesta de esos medios, se la entregó a Wikileaks como último recurso. Naturalmente, esas publicaciones negaron ese hecho, aunque posteriormente aceptaron publicar cables seleccionados vía Wikileaks.

¿Fue sincera la decisión de Manning? Antes había dicho confidencialmente lo mismo a un amigo sobre su desilusión cuando descubrió que los ocupantes detenían “no a insurgentes sino a opositores del gobierno de Maliki. Denunció el hecho ante sus superiores y lo ignoraron. Revisó los documentos que asentaban actos de alta criminalidad y violencia y no pudo ya en conciencia contribuir a su ocultamiento. Fue, en realidad, un acto de conciencia, de buena conciencia y heroísmo”, declaró el columnista Glenn Greenwald, quien cubrió exhaustivamente el caso para el diario británico The Guardian (www.democracynow.org, 5-3-13).

Manning fue encarcelado en mayo del 2010 en condiciones tan duras que el relator especial sobre tortura de las Naciones Unidas Juan Méndez, al cabo de una investigación de 14 meses, concluyó que había sido sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes prohibidos por la Convención de la ONU sobre el tema (www.guardian.co.uk, 12-3-12). Méndez dirigió una carta al gobierno de EE.UU. en la que señaló que el largo período de aislamiento aplicado a Manning entrañaba, a su juicio, una coerción “presuntamente destinada a persuadirlo de que involucrara a otros” (//rogerhollander.word press.com, 12-3-12). Es decir, a Assange.

No fue el único intento: un agente del gobierno visitó a Manning varias veces pretendiendo ser periodista y sacerdote para asegurarle el secreto de lo que conversaran. Según el agente, el prisionero le explicaba que había infiltrado la información porque deseaba que el mundo supiera lo que él había sabido: “Quiero que la gente vea la verdad… sea quien sea… porque sin información, el público no puede tomar decisiones con conocimiento de causa”. Cuando le preguntó a Manning por qué no había vendido los documentos a un gobierno extranjero, éste respondió que la información debía hacerse pública para provocar “una discusión mundial, debates y reformas” (www.guardian.co.uk, 2-3-13). No entregó la información a Al Qaida, no quiso hacerse rico, quería otra cosa, aun conociendo que podía terminar en la cárcel de por vida.

Es curioso. Cuando estalló la cuestión de Wikileaks, los funcionarios estadounidenses afirmaban que la filtración podía poner en peligro vidas humanas. En cambio, Robert Gates, entonces jefe del Pentágono, no le dio la importancia que los fiscales hoy le atribuyen para condenar a Manning. Consideró que las reacciones eran excesivas. “El hecho es –dijo– que los gobiernos tratan con EE.UU. por su propio interés, no porque les gustemos, no porque confíen en nosotros y no porque supongan que podemos guardar secretos. Muchos gobiernos, algunos gobiernos, tratan con nosotros porque nos temen, algunos porque nos respetan y la mayoría porque nos necesita. Como ya se ha dicho, somos todavía esencialmente la nación indispensable. ¿Es embarazoso (lo de Wikileaks)? Sí. ¿Es desa-gradable? Sí. ¿Consecuencias para la política exterior de EE.UU.? A mi juicio, definitivamente modestas” (//thecaucus.blog.nytimes.com, 30-11-10).

Los cargos contra Manning también parecen excesivos. Ni los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward, que destaparon en The Washington Post las trapisondas de Richard Nixon en el llamado caso Watergate causando su renuncia como presidente de EE.UU., ni Daniel Ellsberg, que filtró The New York Times y otros periódicos los “Papeles del Pentágono” sobre la guerra en Vietnam, fueron procesados. Y se trató de historias de innegable magnitud.

Se conoce que Osama bin Laden estaba muy interesado en libros de Bob Woodward como Las guerras secretas de la CIA 1981-1987 (Sudamericana, Buenos Aires, 1988) o Bush en guerra (Península, Barcelona, 2003) que traen mucha información de nivel mucho más delicado y secreto que todo lo filtrado por Manning. Woodward y los altos funcionarios de la Casa Blanca que le proporcionaban esa información nunca fueron acusados de ayudar al enemigo. Tal vez se distrajeron.

Página/12 :: Contratapa :: ¿Es Manning un héroe o un traidor?

24/04/2011

Democracia made in USA

Filed under: Tio Sam — Gilmar Crestani @ 9:43 am
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Obama (non) risponde su Manning

Obama (non) risponde su Manning

Dopo la contestazione cantata a San Francisco, l’attivista Logan Price è riuscito ad avvicinare Barack Obama e fargli qualche domanda sul trattamento inumano ricevuto negli ultimi 11 mesi da Bradley Manning, l’analista dell’intelligence Usa sospettato di aver trafugato e consegnato a WikiLeaks centinaia di migliaia di documenti riservati. Questo lo scambio:

Dalla trascrizione emergono, a mio avviso, due punti preoccupanti.

Il primo è quando Obama afferma pacificamente che Manning «ha violato la legge». Peccato che il giovane non sia stato né processato né condannato per alcun crimine, al momento. Per lui la presunzione d’innocenza fino a una sentenza di colpevolezza non vale? E perché? Diversi casi mostrano che non basta appellarsi al suo essere un militare (In De Champlain v. Lovelace, per esempio, è scritto che «The military courts, like the state courts, have the same responsibilities as do the federal courts to protect a person from a violation of his constitutional rights» e che «there is almost no disagreement that the Due Process Clause binds the military»).

Il secondo è la risposta all’ultimo quesito: «Non ha fatto lo stesso di Daniel Ellsberg?». Obama: «Non è la stessa cosa. Il materiale di Ellsberg non era segreto (classified) allo stesso modo». E ha ragione, dato che le migliaia di pagine che costituiscono i Pentagon Papers erano classificate come top secret (e ancora lo sono, tra l’altro – nonostante siano state almeno in parte pubblicate) mentre dei circa 250 mila cablo che Manning avrebbe trafugato 130 mila non sono affatto segreti, 100 mila sono definiti confidential e soltanto 15 mila segreti. Ma nessuno è top secret. Anche per quelli sull’Afghanistan lo stesso New York Times ha scritto: «La gran parte dei documenti è classificata come secret, un livello di riservatezza relativamente basso». Quindi se Ellsberg è stato processato, perché a Manning – che ha diffuso materiale meno segreto – questo diritto non spetta?

Obama (non) risponde su Manning – AgoraVox Italia

20/04/2011

Direitos Humanos made in USA

Filed under: Tio Sam,WikiLeaks — Gilmar Crestani @ 11:55 am
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Quem já assistiu ao filme Deuses e Generais, a respeito da Guerra da Secessão nos EUA, há de ter notado, a começar pelo título, que mistura explosiva de religião e política nos EUA. Particularmente, Virgínia, berço do arianismo e do culto à pureza da raça. Não poderia ter sido mais emblemático o local escolhido para esconder a punir, no sentido religioso, ao fiel que se revelou infiel. Se nos fosse dado saber mais da podridão que viceja na sociedade americana, este culto àquela sociedade diminuiria muito. Mas como nossa mídia se a$$oCIA para enaltecer as virtudes daquele povo, não sobra espaço para mostrar as mazelas, os cancros que fazem daquela nação embrião de ódio e violência que se espalham pelo mundo, por onde quer que os ianques andem.

El Pentágono traslada al soldado Manning

EE UU no ha revelado cuándo trasladará al acusado de filtrar documentos de Wikileaks, ni si en Kansas continuará en régimen de aislamiento

DAVID ALANDETE | Washington 20/04/2011

El Pentágono trasladará al soldado Bradley Manning, al que acusa de sustraer los documentos secretos de las redes clasificadas norteamericanas que publicó la página web Wikileaks, a una cárcel en Fort Leavenworth, en Kansas. El propio soldado, de 23 años, ha protestado ante el Ejército por el régimen de aislamiento al que se le tiene sometido en la cárcel de la base militar de Quantico, en Virginia, endurecido desde el pasado enero, y que le obliga a pasar solo en una celda de seis metros cuadrados 23 horas al día.

Las condiciones de su detención han provocado numerosas protestas de activistas y pacifistas en los pasados meses

Capturado en Irak en mayo, después de haber confesado el robo de los documentos a un hacker norteamericano, Manning fue trasladado a Virginia en julio. Ahora espera corte marcial por una veintena de cargos, entre los que se cuenta el de asistencia al enemigo, que le podría haber conllevado la pena de muerte, aunque los fiscales no la pedirán. Creen los abogados del Pentágono que con la filtración de información militar Manning asistió estratégicamente a los enemigos de EE UU.

Las condiciones de su detención han provocado numerosas protestas de activistas y pacifistas en los pasados meses. EL PAÍS publicó en noviembre 250.000 de los cables diplomáticos secretos de Wikileaks, junto a otros medios.

El procurador general del Pentágono, Jeh Johnson, confirmó el traslado en una rueda de prensa el martes en Washington. "Dado el tiempo que ha estado en aislamiento previo a juicio en Quantico… y en previsión del tiempo que aun ha de pasar en esas condiciones… hemos llegado a la conclusión de que esas serán las instalaciones adecuadas para él", dijo Johnson.

El trato al soldado Manning se llegó a cobrar una víctima diplomática: el portavoz de Hillary Clinton en el Departamento de Estado, P. J. Crowley, que en una conferencia ante estudiantes el 10 de marzo dijo la actitud del Pentágono al respecto era "ridícula, contraproducente y estúpida". Dimitió horas después.

El Pentágono confirmó que se puso al soldado temporalmente en régimen de prevención de suicidio, lo que obligaba a sus carceleros a desproveerle de ropa para dormir. El presidente Barack Obama preguntó al Pentágono sobre Manning y dijo posteriormente en rueda de prensa que recibió garantías suficientes de la cúpula militar como para creer que el que se le dispensaba era un trato justo y adecuado.

De momento, el Pentágono no ha revelado cuándo trasladará a Manning ni si en Kansas continuará en régimen de aislamiento. Johnson se limitó a decir que aun faltan meses para que los fiscales militares acaben de construir su caso y para que se convoque con fecha definitiva la corte marcial.

El Pentágono traslada al soldado Manning · ELPAÍS.com

16/04/2011

O preso político Bradley Manning desmascara democracia americana

Filed under: Tio Sam,WikiLeaks — Gilmar Crestani @ 11:09 pm
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El analizador Manning

Ángel Luis Lara

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ocas semanas después de que Barack Obama llegara a la Casa Blanca, en enero de 2009, el mítico rapero KRS-One desafiaba al recién elegido presidente con una interrogante cargada de desconfianza y de recelo: ¿De qué lado estás tú? Al día de hoy no cabe duda de la respuesta. Los recortes en el gasto social, las nefastas reformas educativas, la inyección de dinero público a los bancos y a los magnates de las grande compañías o el incumplimiento de su compromiso de cierre de Guantánamo, así como la escalada bélica en Afganistán o Libia, han retratado a Obama y le han puesto en su sitio. Como suele decir el bueno de KRS-One para expresar su permanente recelo hacia el actual presidente de su país: tío, un político es siempre un político.

De todas las piezas que componen el puzzle de la decepción y la incredulidad de los votantes estadunidenses más progresistas, el soldado Bradley Manning es quizá el más complicado de digerir. La capacidad del equipo comunicativo de Obama para gobernar la contradicción evidente entre su retórica y su política ha encontrado en Manning un obstáculo difícil de sortear. Hasta el New York Times atacó hace unas semanas al presidente al respecto en una encendida editorial que equiparaba a Obama con Bush.

Bradley Manning fue detenido en mayo de 2010 acusado de ser el origen de la filtración de la importante información clasificada que inició el denominado “escándalo Wikileaks”: la salida a la luz pública de 250 mil cables diplomáticos secretos y de un par de videos que pusieron de manifiesto la autoría del Ejército estadunidenses en la muerte de civiles y de periodistas en Afganistán e Irak. Tras ser acusado formalmente en julio de ese mismo año, el pasado mes de marzo la fiscalía militar añadió otros 22 cargos adicionales contra Manning que incluyen el de ayuda al enemigo. Confinado en una base militar del estado de Virginia, el soldado Manning soporta un durísimo régimen de reclusión en aislamiento que ha sido denunciado por diferentes organismos locales e internacionales, así como por diversas organizaciones de derechos humanos. Hace tan sólo unos días, 295 juristas estadunidenses hicieron pública una carta en la que manifestaban que las condiciones en las que se encuentra Bradley Manning podrían constituir una violación de la propia Constitución de Estados Unidos.

Recluido 23 horas al día en una celda sin ventana de tan sólo 6×12 pies, Manning soporta un régimen de privación del descanso diurno de 5 de la mañana a 8 de la tarde y ha sido despojado de cualquier tipo de objeto personal. Además, es obligado a dormir desnudo y a pasar periódicas inspecciones sin ropa alguna ante las constantes humillaciones y vejaciones tanto de los militares que le custodian, como de los demás reclusos que se encuentran en su mismo pabellón. Pese a que el régimen especial de aislamiento se justifica según las autoridades estadunidenses en la prevención del suicidio, todos los siquiatras militares que han visitado a Manning han negado que exista riesgo alguno en ese sentido, motivo por el que sus abogados han denunciado una y otra vez lo injustificado y lo arbitrario de su situación.

No obstante, el pasado mes de febrero Geoff Morrel, portavoz del Pentágono, manifestó tras visitar al soldado Manning que había quedado “impresionado por la profesionalidad del staff que lo custodia y por lo apropiado del tratamiento y de la forma del confinamiento al que está sujeto”. Sus palabras contrastan notablemente con el punto de vista de Amnistía Internacional, que ha definido el trato que está soportando Manning como inhumano, así como con la preocupación de Juan E. Méndez, relator especial de las Naciones Unidas para casos de tortura, a quien el Departamento de Estado estadunidense ha prohibido tajantemente cualquier visita al detenido, en una decisión que según Méndez equipara a la administración Obama con los regímenes dictatoriales. Lo cierto es que la posición oficial del gobierno estadunidense sobre el asunto no convence ni a sus propios miembros: en marzo pasado el portavoz del Departamento de Estado se vio obligado a dimitir tras reconocer que la situación de Manning es ridícula, contraproducente y estúpida, declarando además que no entendía por qué se estaba sometiendo al soldado a semejante trato.

En esta misma línea, la indignación ciudadana por la situación del soldado ha ido creciendo en los últimos meses. A la Red de Apoyo a Bradley Manning, una iniciativa conformada en junio del pasado año por amigos, familiares y ciudadanos estadunidenses anónimos, se ha unido ahora la acción deslocalizada e internacional de grupos en diferentes partes del planeta. Fruto del esfuerzo global han sido las 500 mil cartas de protesta recibidas hasta la fecha por Obama a iniciativa de la organización de movilización telemática AZAAZ.ORG, así como la celebración de actos de solidaridad con Manning en diferentes países. La red estadunidense de apoyo al detenido, por su parte, desarrolla una continua campaña de sensibilización y visibilización que el pasado 20 de marzo llevó a un nutrido grupo de manifestantes hasta las puertas de la base militar en la que permanece confinado el soldado, con el resultado de decenas de detenidos por acciones de desobediencia civil. Además del apoyo público a Manning por parte de diferentes mandos militares estadunidenses retirados, periodistas, juristas o personalidades como el cineasta Michael Moore o Daniel Ellsberg, famoso por haber filtrado documentos secretos del Pentágono durante la guerra de Vietnam, la red de apoyo a Manning ha conseguido recaudar más de 100 mil dólares para su causa en una campaña desarrollada en coordinación con Courage to Resist, una organización de ayuda a soldados desertores de las guerras de Irak y de Afganistán.

Uno de los pilares fundamentales de la campaña electoral de Obama en 2008 fue la transparencia. El entonces candidato a la Casa Blanca llegó a decir literalmente que aquellos que filtran información desde el gobierno a la ciudadanía son parte de una democracia saludable y deben ser protegidos de las represalias. Ann Wright, una coronel retirada tras 29 años de servicio en el ejército estadunidense, declaraba hace unos días que el presidente Obama podía poner fin a la situación de Manning con tan sólo una llamada. Sin embargo, resulta difícil imaginar que esa llamada se produzca. Obama ha manifestado públicamente que considera el confinamiento de Manning y el trato vejatorio que está recibiendo como condiciones apropiadas y acordes con nuestros estándares básicos. La situación de Bradley Manning no constituye sólo un ataque frontal a la democracia y un caso evidente de maltrato y tortura, funciona además como analizador de la enorme distancia entre la esperanza que despertó Obama entre sus votantes y la realidad de las políticas de su gobierno. Como el agua y el aceite. No por casualidad un deprimido votante demócrata y fanático de la saga Stars Wars me decía hace unos días que Anakin Skywalker Barack se había transformado en Darth Vader Obama. Efectivamente, el caso Manning pone de manifiesto que Barack Obama ha decido pasarse definitivamente al lado oscuro.

La Jornada: El analizador Manning

21/03/2011

Direitos Humanos made in USA

 

Enterrando al soldado Manning

Lleva nueve meses sometido a aislamiento y tratos degradantes. Acusado de filtrar documentos a WikiLeaks, el soldado cuenta en una carta sus días de confusión y desesperación en un calabozo

DAVID ALANDETE 20/03/2011

    Bajo las condiciones actuales, además de dejarme desnudo por las noches, se me mantiene en régimen de aislamiento. Durante 23 horas al día me siento a solas en mi celda. Los guardias me controlan cada cinco minutos durante el día, preguntándome si estoy bien. Debo responder con algún gesto afirmativo. Por la noche, si los guardias no pueden verme con claridad, porque me he cubierto con una manta o estoy acurrucado contra la pared, me despiertan para asegurarse de que estoy bien. No puedo tener sábanas o almohada. No puedo tener mis enseres personales en mi celda. Solo puedo tener un libro o una revista a la vez para leer algo. El libro o la revista se me quitan por la noche, antes de dormir. Tampoco puedo hacer ejercicio en mi celda. Si intento hacer flexiones, sentadillas o cualquier otro tipo de ejercicio físico, los guardias me obligan a detenerme. Finalmente, solo puedo hacer una hora de ejercicio fuera de mi celda cada día. Ese ejercicio consiste en caminar en círculos, haciendo ochos, en una habitación vacía".

    Héroe para algunos, villano para otros, en esa monotonía pasa sus días de encierro el soldado raso Bradley Manning, de 23 años, en una cárcel militar de máxima seguridad en Virginia, acusado de entregarle al portal WikiLeaks cientos de miles de informes clasificados sobre las guerras de Afganistán e Irak y cables secretos del Departamento de Estado. EL PAÍS ha obtenido una carta de 11 folios que el soldado envió el 10 de marzo al coronel Daniel J. Choike, jefe de la base de Quantico, en Virginia, donde se halla encerrado. En ella relata interminables días de soledad, confusión y desesperación.

    El 18 de enero de 2011, y durante tres días, se puso a Manning en observación por riesgo de suicidio, por recomendación de un capitán y un psiquiatra. Perdió los pocos privilegios que tenía. "Se me obligó a quedarme en mi celda durante 24 horas al día. Se me quitó toda la ropa, a excepción de los calzoncillos. Se me quitaron las gafas, por lo que me tuve que quedar, básicamente, en una ceguera total".

    El día anterior, unas 50 personas habían acudido a las puertas de la base militar de Quantico, a 45 kilómetros de Washington, cubiertas con máscaras que reproducían la cara del soldado y luciendo camisetas en las que se leía "Yo soy Bradley Manning". Se enfrentaron verbalmente con los guardias de seguridad, que tuvieron que pedir refuerzos. "Creo que el modo en que me trataron aquel día obedece a aquella protesta", asegura Manning. Las muestras de apoyo al soldado son ya un rito habitual, aunque meramente testimonial, en la capital norteamericana. Un simpatizante, Tighe Barry, aparece de vez en cuando ante el Departamento de Estado, ataviado solo con calzoncillos, para protestar con el mismo atuendo con el que Manning pasa sus noches en prisión preventiva.

    El día después de aquella concentración en la base militar de Quantico, el Ejército tomó represalias. Sostiene Manning: "Ese día se me llevó fuera de mi celda para mi hora diaria de recreo. Cuando los guardias llegaron a mi celda, noté una diferencia respecto a su actitud habitual. En lugar de estar tranquilos y ser respetuosos, parecían nerviosos y agresivos. Además, en lugar de los habituales dos o tres guardias, había cuatro. Inmediatamente comenzaron a acosarme. El primero me dijo: ‘Gírate a la izquierda’. Cuando le hice caso, el segundo me dijo: ‘No gires a la izquierda’. Cuando intenté hacerle caso, el primero me repitió: ‘He dicho que gires a la izquierda".

    Desorientado, el soldado dejó que le pusieran los grilletes que suele llevar para ir de una celda a otra dentro de la cárcel. "Cuando me quitaron los grilletes, di un paso atrás para distanciarme de los guardias. Mi corazón latía con fuerza y me sentía mareado. Me senté para evitar caerme. Cuando lo hice, los guardias se me acercaron. Instintivamente, me alejé de ellos. En el momento en que me alejé vi en sus caras que me iban a volver a atar. Inmediatamente puse mis manos en el aire y dije que no iba a hacer nada, que solo quería cumplir órdenes".

    Le dejaron en paz durante una hora. Cuando regresó a su celda, comenzó a leer un libro. Entonces le visitó brevemente el comandante James Averhart, que está al mando del calabozo en Quantico. "Me preguntó qué había pasado durante mi recreo. Mientras trataba de explicárselo, el comandante Averhart me detuvo y dijo: ‘Yo soy el comandante’ y ‘nadie me dice lo que tengo que hacer’. Me dijo que era, a efectos prácticos, ‘dios’. Yo le dije que, aun así, debía seguir las reglas del calabozo. También le dije que todos aquí tienen un jefe ante el que responder. Fue entonces cuando decidió ponerme bajo control por riesgo de suicidio".

    Manning, soldado de formación, ya aislado desde julio, sabía lo que eso significaba -las dificultades para ver, la desnudez, el confinamiento absoluto- y se desesperó. Comenzó a tirarse del pelo, en un arrebato de rabia. "¿Por qué me hacéis esto? ¿Por qué me castigáis? ¡No he hecho nada malo! ¿Qué hice para merecer este tipo de trato?".

    El caso del soldado Manning ha causado dos reacciones bien distintas. Para algunos, activistas cibernéticos en la era de Internet, simpatizantes anónimos del movimiento encarnado por WikiLeaks, el soldado es un héroe. Para la Casa Blanca y el Pentágono, sin embargo, Manning es un traidor que ha asistido servilmente al enemigo.

    El soldado, en unas presuntas conversaciones mantenidas en mayo de 2010, a través de Internet, con el hacker norteamericano Adrian Lamo, admitió que sustrajo y entregó a WikiLeaks cientos de miles de documentos secretos, con la voluntad manifiesta de cambiar el mundo. Lamo filtró estos chats inicialmente a la revista Wired y delató a Manning ante el FBI y el Ejército. Tomó esa decisión, según dijo, por temor a que el soldado pusiera en riesgo la seguridad nacional norteamericana. Estas supuestas conversaciones son ahora un indicio que obra en manos de la fiscalía militar, que además ha seguido el rastro de Manning en los ordenadores portátiles de la base de Hammer, en Irak. El equipo de abogados de Manning no ha confirmado ni desmentido la autenticidad de esos contactos.

    En esos chats, Manning se manifiesta como una persona profundamente decepcionada con su vida y con su país, alguien con ganas de cambiar el mundo y de ser reconocido por ello. "Se me crió católico, pero nunca creí una palabra de lo que me contaban. No tengo dios, creo que sigo valores humanistas. De hecho, llevo placas hechas especialmente para mí donde se lee: ‘humanista", dijo. "Quiero que la gente vea la verdad, independientemente de quienes sean, porque sin información no podemos tomar decisiones serias como ciudadanos. Si hubiera sabido hace tiempo lo que sé ahora… o a lo mejor solo soy joven, inocente y estúpido".

    ¿Tenía la intención de ayudar al enemigo? "Si yo hubiera sido alguien más malicioso, podría haberle vendido esto a Rusia o China, y haberme hecho rico. Pero es algo que pertenece al dominio público. La información debería ser libre. Otra nación se hubiera aprovechado de la información para adquirir una ventaja. Pero si la información se expone, se convierte en un bien público".

    Junto con esas ansias de cambiar el mundo, Manning demuestra una vulnerabilidad casi autodestructiva, admitida en supuestas confesiones como estas: "He estado aislado durante mucho tiempo. Solo quería ser buena gente, vivir una vida normal. Pero los eventos me obligaron a encontrar formas de sobrevivir, a ser lo suficientemente listo para darme cuenta de las cosas que pasan, pero incapaz de hacer nada al respecto. Nadie se fijaba en mí".

    Alistado en el Ejército de Tierra desde 2007, formado como analista de inteligencia, Manning fue destinado en octubre de 2009 a la Segunda Brigada de Combate de la Décima División de Montaña, en la base de operaciones Hammer, al este de Bagdad. Tenía acceso a SIPRNet, una red secreta del Departamento de Defensa, y JWICS, otra red utilizada conjuntamente por Defensa y el Departamento de Estado para transmitir información clasificada. La fiscalía militar mantiene que Manning comenzó a descargarse documentos y a entregarlos a WikiLeaks un mes después de llegar a Irak.

    Nacido en 1987 en Crescent, una localidad de 1.281 habitantes de Oklahoma, Manning vivió su infancia en lo que en Estados Unidos se conoce como el Cinturón de la Biblia, una franja de condados conservadores extremadamente religiosos que va de la costa atlántica a Tejas. Fue un ateo a la deriva en un océano de fe. Sus padres, que no pasaban mucho tiempo con él, se divorciaron cuando tenía 13 años. Él se mudó a Haverfordwest (Inglaterra) con su madre, que era galesa de nacimiento. Allí estudió la enseñanza secundaria y, tras terminarla, regresó a Oklahoma. Amigos suyos dicen que el padre le echó de casa a los pocos meses, vinculando ese hecho a que Bradley Manning había manifestado su homosexualidad.

    Todo lo que Manning dice ser en sus supuestas conversaciones con Lamo -su inadaptación social, sus ganas de cambiar el mundo, sus ansias de aceptación- surge de aquellos oscuros años adolescentes en los que rompió lazos con su familia. Buscó algunos trabajos. Encontró empleos con pagas ínfimas. Llegó a dormir en un coche, sin hogar al que acudir. Pasó por Tulsa, luego por Chicago, y acabó en Potomac, en la zona metropolitana de Washington, la capital federal.

    A los 20 años, el Ejército parecía un medio sencillo de obtener ingresos y alojamiento, además de formación. Así acabó alistándose Bradley Manning, a pesar de que entonces todavía imperaba en el Pentágono la ley que prohibía a los gais de uniforme manifestar abiertamente su sexualidad. Cuando se hallaba a la espera de ser enviado al frente de batalla, Manning conoció e inició una relación sentimental con Tyler Watkins, alguien que se definía en su blog como músico, experto en mercadotecnia y estudiante de psicología. En sus días de permiso, el soldado visitaba a su novio en Boston, donde este residía y estudiaba, en la Universidad de Brandeis. Allí conoció a su red de amigos, entre ellos un nutrido grupo de piratas informáticos, quienes le hicieron sentirse acogido, reconfortado, útil. Compartía con ellos una visión de la vida, una rebeldía contra el sistema, unas ganas de liberar a la sociedad haciendo de la información un bien público. Entonces, por primera y última vez, Bradley Manning fue feliz. Y, de repente, llegó Irak.

    En el frente bélico, aislado de nuevo, Manning buscó pronto la aceptación de los demás. Desde luego, no la encontró en la disciplina castrense de los barracones en medio del desierto. Según las supuestas conversaciones con Adrian Lamo, en sus horas muertas contactó con Julian Assange, el misterioso y carismático líder de WikiLeaks, un portal de Internet que aspiraba en sí mismo a ser un movimiento de liberación cibernética.

    "Entablé una relación con Assange", dijo. "No sé mucho más que lo que él me cuenta, que es muy poco. Me llevó cuatro meses confirmar que la persona con la que hablaba era, de hecho, el propio Assange". Lo que el Ejército quiere demostrar ahora es que Manning filtró los documentos. Además investiga si pudo no haber actuado solo y si sustrajo la información de las redes secretas al dictado de Assange, lo que convertiría al gestor de WikiLeaks en cómplice. Ninguna otra persona ha sido acusada hasta el momento. Assange nunca ha admitido ninguna de las acusaciones.

    El 18 de febrero de 2010, WikiLeaks publicó la primera entrega de la gran saga de filtraciones, un mero prólogo a lo que había de llegar: un cable clasificado del Departamento de Estado redactado el 13 de enero de 2010 por oficiales de la embajada norteamericana en Islandia, en el que se narra una reunión con líderes locales y con un asesor del embajador británico. "Después de expresar pesimismo sobre el futuro de Islandia, los dos oficiales pidieron ayuda a Estados Unidos", decía el documento de referencia.

    El 15 de marzo se publicó un informe secreto de la diplomacia estadounidense sobre WikiLeaks, y el 29 del mismo mes, una serie de perfiles críticos elaborados por la embajada en Islandia sobre políticos de aquel país. El 5 de abril se publicó en el portal de WikiLeaks un vídeo, que Assange tituló Asesinato colateral, en el que se veía la grabación editada, tomada desde un helicóptero del Ejército de EE UU, de tres ataques aéreos contra objetivos iraquíes en Bagdad en 2007. En aquella operación habían muerto 12 personas, dos de ellas periodistas de la agencia Reuters. Dos niños resultaron heridos. "Culpa suya, por traer niños al campo de batalla", se oye decir a un soldado no identificado.

    En julio, WikiLeaks entregó 92.000 documentos sobre la guerra de Afganistán a dos diarios, el norteamericano The New York Times y el británico The Guardian, y a la revista alemana Der Spiegel. En octubre cedió otros 400.000 documentos sobre la guerra de Irak a los mismos medios, al diario francés Le Monde y a la televisión catarí Al Yazira. Finalmente, en noviembre, cedió 250.000 cables secretos del Departamento de Estado, que dejaron a la Diplomacia norteamericana al desnudo; en este caso lo hizo a otro grupo de medios, entre ellos EL PAÍS.

    Para entonces, Manning ya llevaba aislado seis meses, en la situación de detención preventiva. El Ejército de Tierra le arrestó el 29 de mayo de 2010, acusándole de dos cargos -desobediencia a la autoridad y falta de disciplina- por filtrar el vídeo del ataque a Bagdad y el cable de la embajada en Islandia y por sustraer lo que entonces se estimaba que eran 150.000 cables diplomáticos secretos. Washington intuía ya desde entonces cuál podía ser la magnitud de las filtraciones que le atribuye al soldado Manning.

    El Pentágono ha presentado este mes otros 22 cargos contra el soldado. Uno de ellos es el de "asistencia al enemigo". Entienden los fiscales de Defensa que, con sus supuestas filtraciones, ha facilitado información suficiente a los talibanes y a Al Qaeda para que tomen represalias contra informantes del Ejército norteamericano. Resuena en las páginas de la denuncia contra Manning la frase pronunciada por el secretario de Defensa, Robert Gates, en el verano pasado: WikiLeaks y sus colaboradores tienen "las manos manchadas de sangre" por las venganzas rebeldes en Afganistán.

    La asistencia al enemigo se castiga normalmente con la pena capital. El Pentágono ha dicho que no la solicitará en el caso de Manning, pero el equipo de ayuda jurídica al soldado ha asegurado a EL PAÍS que, en última instancia, depende del juez y no de la fiscalía decidir si aplica esa pena en un veredicto de culpabilidad.

    Sin una fecha concreta para su juicio, Manning se siente, según allegados suyos, desesperado. Una vez liberado de la supervisión por riesgo de suicidio, recobró el privilegio de dormir con algo de ropa y pasar una hora al día en una celda distinta de aquella en la que vive, que es de seis metros cuadrados. Pero el 2 de marzo cometió un grave error. Tratando de que se le concediera cierta rebaja en las medidas de seguridad aplicadas, se reunió con el oficial de operaciones del calabozo. "Se le considera en riesgo de poder dañarse", le dijo este. Manning respondió, con ironía: "Si quisiera dañarme, podría hacerlo con la goma elástica de mis calzoncillos o con mis sandalias".

    "Sin consultar a ningún médico psicológico del calabozo, el oficial usó mi comentario sarcástico como justificación para incrementar las restricciones que se imponían sobre mí bajo la excusa de que le preocupaba que hubiera en mí riesgo de suicidio", explica Manning en su carta. "Desde el 2 de marzo de 2011 se me quita toda mi ropa por la noche. Se me ha dicho que el comandante tiene la intención de mantenerme así de forma indefinida". Desde hace unos días se le entrega por las noches un babero con velcros para que lo use para dormir.

    Aunque oficialmente Manning ya no se encuentra ahora bajo control por riesgo de suicidio, se le trata como si lo estuviera. Él mismo narra cómo se sintió el primer día de su nueva rutina: "Al principio, después de entregar mi ropa a los guardias, no tuve más opción que acostarme desnudo en mi fría celda hasta la mañana siguiente. Por la mañana, se me hizo salir de la celda para la inspección matutina del supervisor de guardia del calabozo. No se me dio la ropa de vuelta. Salí de la cama e inmediatamente comencé a sufrir temblores por el frío en mi celda. Caminé hacia la puerta de la celda con las manos cubriendo mis genitales. El guardia me dijo que me colocara en posición de firme, lo que implicaba que debía estar erguido con las manos tras la espalda. Me mantuve en firme durante tres minutos. Cuando llegó el supervisor, llamó a los demás guardias. Todos me miraron".

    El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha rechazado las acusaciones de maltrato al soldado Manning. "Las afirmaciones por parte de blogueros de izquierda, periodistas y otros de que no se le trata adecuadamente, o de que se le trata de modo distinto de los demás, o de que está aislado, no son correctas", dijo el portavoz del Pentágono, Geoff Morrell, en rueda de prensa el 26 de enero. "Está en una celda, a solas. Pero es que así es como están todos los presos que aguardan juicio en el calabozo. Ese calabozo está diseñado para que cada preso se mantenga siempre en su celda… Puede ver televisión. Puede leer periódicos. Puede hacer una hora de ejercicio".

    Sin embargo, Amnistía Internacional ha denunciado que las condiciones de reclusión de Bradley Manning suponen una violación de sus derechos humanos. El representante demócrata por Ohio, Dennis Kucinich, a quien se le ha prohibido visitar al soldado en la cárcel, lo ha comparado con los abusos en la prisión iraquí de Abu Ghraib. Incluso el portavoz de Hillary Clinton en el Departamento de Estado, P. J. Crowley, dijo en una conferencia ante estudiantes el 10 de marzo que el trato del Pentágono a Manning era "ridículo, contraproducente y estúpido". Tuvo que dimitir tres días después.

    Enterrando al soldado Manning · ELPAÍS.com

    13/03/2011

    O porta-voz silenciado

    Filed under: Tio Sam,WikiLeaks — Gilmar Crestani @ 11:55 pm
    Tags: ,

    Segundo o jornal italiano, o porta-voz  do Departamento de Estado Americano, Philip J. Crowley, pediu demissão por não concordar com as condições a foi exposto Bradley Manning, aquele que seria o grande responsável pelos vazamentos do WikiLeaks. Por aqui, a mídia alinha com o pen$amento da CIA continua perfilada com a defesa dos interesses do Tio Sam. A tal pluralidade de informação nos é solenemente negada. Só temos acesso à voz oficial, mas nós é sonegada até mesmo quando o portador da voz oficial fala em nome próprio.

    Wikileaks, si dimette Crowley portavoce del dipartimento di Stato

    Il funzionario costretto a lasciare dopo le polemiche seguite alle sue critiche sulle condizioni di detenzione di Manning, la "talpa" che ha passato milioni di documenti riservati all’organizzazione di Assange

     Wikileaks, si dimette Crowley portavoce del dipartimento di Stato  P.J. Crowley, portavoce del dipartimento di Stato americano

    WASHINGTON – Il ciclone Wikileaks fa un’altra vittima: il portavoce del Dipartimento di Stato americano, Philip J. Crowley, ha rassegnato le proprie dimissioni dopo essere finito al centro di forti polemiche negli Stati Uniti per i suoi commenti critici sulle condizioni di detenzione di Bradley Manning, l’uomo accusato di aver consegnato milioni di documenti a Wikileaks.
    Dimissioni frettolose, accettate "con rammarico" da Hillary Clinton, ma dovute, a causa delle pressioni della Casa Bianca, imbarazzata dalle posizioni espresse dal funzionario. Durante un incontro al Massachusetts Institute of Technology, qualche giorno fa, Crowley aveva definito "ridicole, controproducenti e stupide" le condizioni di Manning in prigione. Aveva aggiunto anche di non capire i motivi che avevano spinto il Dipartimento della Difesa ad adottare tali misure. In seguito, però, aveva chiarito che si trattava di un’opinione personale. Le sue frasi, pronunciate di fronte ad un piccolo gruppo di persone, sono state riportare in un blog da un giornalista della Bbc.
    Dal 2 marzo, il giovane soldato Manning, l’hacker con la faccia da ragazzino, è costretto dalle guardie nella struttura federale di Quantico, in Virginia, dove è detenuto in isolamento, a dormire senza vestiti, in mutande, anche se gli è permesso di tenere una coperta. Gli vengono confiscati gli occhiali da vista, non permettendogli così di vedere, e gli è stato imposto di portare un ‘grembiule antisuicidio’.
    "Viene

    trattato correttamente, con dignità e rispetto": questa la posizione ufficiale del dipartimento della Difesa, espressa dal portavoce David Lapam, che ha motivato le restrizioni imposte alla "gola profonda" – che con le sue rivelazioni ha dato il via ad uno scandalo planetario che ha fatto tremare le cancellerie internazionali – come una decisione presa per garantire la sicurezza e la salute del soldato.
    Per il Pentagono si tratta di misure di routine per i detenuti a rischio suicidio. Ma in una lettera recentemente diffusa, Manning dice di essere stato considerato a rischio suicidio e quindi sottoposto a varie misure restrittive, dopo una manifestazione di protesta di fronte al carcere. La "talpa" di Assange è accusata di aver diffuso informazioni riservate, di aver messo a rischio la sicurezza nazionale e di aver fornito aiuto al nemico, imputazione, quest’ultima, che potrebbe portare alla pena di morte.
    Dopo l’uscita di Crowley, Barack Obama ha dovuto rispondere ad una domanda sull’argomento alla Casa Bianca: Al Pentagono "mi hanno garantito che il soldato Manning viene trattato seguendo gli standard appropriati", ha detto il presidente, marcando così tutta la sua distanza dalle opinioni espresse dal portavoce di Foggy Bottom.

    (13 marzo 2011)

    Wikileaks, si dimette Crowley portavoce del dipartimento di Stato – Repubblica.it

    20/12/2010

    Lição de Anatomia made in USA

    Filed under: Cosa Nostra — Gilmar Crestani @ 10:05 am
    Tags: , ,
    " U.S. citizen for all "

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    NOTA: Bradley Manning nasceu em Crescent, Oklahoma, de pai americano e mãe galesa. Seus pais haviam se conhecido quando seu pai estava estacionado em Cawdor Barracks, no País de Gales. Manning passou a sua infância em Oklahoma. Quando ele tinha treze anos, após o divórcio de seus pais, ele se mudou com sua mãe para Haverfordwest, País de Gales. [9] [10] Ele tinha problemas na instalação da escola em que antigos conhecidos descreveram como uma infância conturbada. [11] De acordo com alguns amigos de infância, primeiro ele manifestou interesse em ingressar nas Forças Armadas dos EUA, enquanto ele estava na escola primária [12].

    Ditadura EUA

    A prisão infernal de Bradley Manning

    Denver Nicks – The Daily Beast, 17/12/2010 –

    Bradley Manning’s life behind bars

    Traduzido pelo pessoal da Vila Vudu

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    Bradley Manning, que supostamente vazou centenas de milhares de documentos secretos do governo para Julian Assange, do WikiLeaks, completa 23 anos de idade nesta sexta-feira, na prisão. Denver Nicks, de The Dail y Beast, fez entrevista exclusiva com o advogado de Manning, que fala de seu confinamento solitário, do que ele lê (de George W. Bush a Howard Zinn) e da estratégia jurídica que pretende seguir.

    Da última vez em que Bradley Manning viu o mundo do lado de fora de uma prisão, a maioria dos americanos nunca tinha ouvido falar do WikiLeaks. Nesta sexta-feira, Manning, o homem que alegadamente vazou documentos sigilosos, colocando no mapa o site e seu polêmico líder, Julian Assange, completa 23 anos de idade atrás das grades. Desde sua prisão, em maio, Manning passou a maior parte desses mais de 200 dias em confinamento solitário. Fora receber um cartão e alguns livros da família, seu aniversário não será diferente. O advogado David Coombs revela detalhes importantes sobre Manning, a prisão e os gestos delicados de sua família que lhe trazem um pouco de conforto nessas duras condições carcerárias.

    "Eles escrevem que pensam nele e em seu aniversário, que o amam e apoiam", disse Coombs sobre a família Manning. A tia, em nome dos pais e da irmã, enviou cartão na quarta-feira pelo advogado, e Manning respondeu que também a ama e gostaria de estar com ela no aniversário. "Mas as visitas são permitidas apenas aos sábados e domingos; um deles vai vê-lo no sábado". Manning pediu uma lista de livros que sua família comprou e entregará nas próximas semanas, para coincidir com o aniversário e o Natal. Na lista?

    Decision Points, de George W. Bush; Crítica da Razão Prática e Crítica da Razão Pura, de Immanuel Kant,Propaganda, de Edward Bernayse, O gene egoísta, de Richard Dawkins, A People’s History of the United States, de Howard Zinn, A arte da guerra, de Sun Tzu, The Good Soldiers, de David Finkel, Da guerra, de Carl von Clausewitz.

    Manning está preso na base dos Fuzileiros Navais em Quântico, na Virgínia. Passa 23 horas por dia sozinho numa cela de tamanho padrão, com pia, vaso sanitário e cama. Não lhe são permitidos lençóis ou travesseiro, embora o primeiro-tenente Brian Villiard, oficial em Quântico, elogie o material "não-rasgável" permitido. "Eu segurei, senti, é macio, eu dormiria com ele", disse a The Daily Beast.

    altEle não está autorizado a fazer exercícios (funcionários de Quântico desmentem isso), mas começou a praticar ioga e alongamento. Durante uma hora por dia, uma TV sobre rodas é colocada em frente a sua cela e ele pode assistir a telejornais, geralmente locais, disse Coombs. Tem permissão para ler notícias também. Numa cortesia de Coombs, Manning tem agora assinatura de sua revista favorita, a Scientific American. A edição de novembro, "Hidden Worlds of Dark Matter", foi a primeira que recebeu.

    As condições em que Bradley Manning está sendo mantido poderiam traumatizar qualquer um (ver artigo de Glenn Greenwald na Salon – traduzido – para um resumo das questões jurídicas e psicológicas associadas ao confinamento solitário prolongado). Ele vive sozinho numa cela pequena, sem contato humano. É forçado a usar algemas quando está fora da cela e quando encontra as poucas pessoas autorizadas a visitá-lo uma divisória de vidro o separa delas. A não ser os funcionários da prisão e uma psicóloga, a única pessoa que fala com Manning cara a cara é seu advogado, que diz que o isolamento prolongado está pesando sobre a psique do cliente.

    Ao ser preso, Manning foi colocado sob "vigilância de suicídio", mas essa condição foi rapidamente alterada para "Vigilância de Prevenção de Lesões", sendo forçado a essa vida de tédio entorpecente. O tratamento é duro, punitivo e cobra seu preço, diz Coombs. Não há indício de que ele represente ameaça para si mesmo, e não deveria estar detido em condições tão severas a pretexto de sua própria proteção. "O comando baseia esse tratamento apenas na natureza das acusações pendentes e num incidente em que um funcionário da base cometeu suicídio", disse Coombs, referindo-se a um capitão de Quântico que se matou em fevereiro. Coombs disse acreditar que os funcionários mantêm Manning sob vigilância estreita por excesso de cautela. Ambos, Coombs e o psicólogo que atende Manning, têm certeza de que ele é mentalmente saudável.

    Continua no Blog do SÁTIRO.

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