Hsbc, ética y…
Por Vladimir L. Cares *
La divulgación de información reservada se ha hecho habitual en el último tiempo. Palabras como Wikileaks se han popularizado rápidamente y personajes como Julian Assange son reconocidos en todos los rincones del planeta. Similar publicidad ha recaído en el experto en informática y ex agente de inteligencia de la NSA (National Security Agency) de los Estados Unidos Edward Snowden, hasta hace unos años un ilustre desconocido. Antes de transformarse en una celebridad global, Snowden pasó momentos más propios de una película de espionaje de la época de la Guerra Fría. De Hawai, su residencia y lugar de trabajo, voló a Hong Kong. Allí, divulgó información secreta de la NSA. Por último, se dirigió a Moscú en cuyo aeropuerto permaneció retenido hasta que le fuera otorgado el asilo por parte del gobierno ruso, pese al reclamo de extradición de las autoridades estadounidenses. En Moscú se encuentra aún oculto Snowden y se espera que esté allí por mucho tiempo más.
En días recientes, el gobierno nacional ha denunciado ante la Justicia argentina una trama ilegal para realizar fuga de divisas y evasión fiscal a cuentas secretas en Suiza, por parte de más de cuatro mil personas y empresas. La información fue suministrada a la AFIP por la Dirección General de las Finanzas Públicas de Francia, a raíz de una filtración de datos realizada en 2008 por un ex empleado del HSBC de Ginebra, el ítalo-francés Hervé Falciani. La totalidad de personas físicas y jurídicas figurantes en la lista completa obtenida por Falciani alcanza a más de 130 mil clientes, incluyendo en ella a argentinos, españoles y franceses, entre otras nacionalidades. En la actualidad Falciani colabora en España con la Fiscalía Anticorrupción y está amparado por un programa de protección de testigos, auspiciado por Naciones Unidas en su Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo).
Tras la denuncia realizada por la AFIP, Falciani ha recibido un trato áspero por parte de representantes de la prensa hegemónica. Así, en un editorial del diario El Día de La Plata considera que “esa información, que data de 2006, fue filtrada por un empleado infiel del banco HSBC”. Además, Jorge Lanata desde Clarín afirma que “el Gobierno decidió traer la manada de elefantes para ocultar el elefante propio: denunció la existencia de unas cuatro mil cuentas en Suiza que habían sido reveladas por un empleado infiel del HSBC en Europa”.
Por otra parte, en el sitio web de Marcelo Longobardi podemos anoticiarnos de que “lo que hubo es la existencia de un presunto empleado infiel en el HSBC. Se robó información que no sabemos si es cierta o ha sido manipulada”.
Como vemos, el hilo conductor del argumento de los voceros del establishment argentino apunta a una deslegitimación de Hervé Falciani, al que unánimemente se considera como un empleado infiel, autor de un robo inexcusable. Sin embargo, si queremos ser serios en el análisis, tendríamos que preguntarnos si lo realizado por Snowden, Falciani y tantos otros puede ser estudiado desde otra perspectiva. La respuesta es sí.
En el idioma español no existe un término unívoco que referencie el acto de divulgar al público o a la Justicia la información de proyectos o actos cuestionables, ilegales o faltos de ética realizados por una organización. Términos como soplonaje, buchonaje o entregador tienen una carga peyorativa notoria. Con menos agresividad está la figura del informante o denunciante. La palabra topo, muy frecuentada en las notas periodísticas, está más relacionada con el espionaje tradicional, pues hace referencia a alguien que, trabajando en una organización, actúa camuflado sirviendo a otra organización o país. Sin embargo, hay una expresión que es utilizada con amplitud y adecuación en la disciplina de la ética aplicada (principalmente en la ética de la ingeniería, en la ética de las organizaciones o en la ética de los negocios): whistleblowing. Traducida literalmente significa “soplar el silbato” y con ello hace referencia al acto de llamar la atención o señalar públicamente una falta.
Una definición más precisa indica que un whistleblowing es el acto realizado por un individuo perteneciente a una determinada organización y que consiste en divulgar, por fuera de los canales propios, aquellos actos impropios o ilegales cometidos por la propia organización o por personas en posiciones de autoridad dentro de ella. Cabe aclarar que no toda acción puede justificar el whistleblowing sino sólo aquella que pueda entrañar daños a la población, sean éstos físicos, psicológicos o financieros. Un whistleblowing implica para el agente que lleva adelante la divulgación la existencia de un dilema ético a resolver, puesto que colisionan el cumplimiento de la lealtad hacia la institución en la que presta servicios, por un lado, con los principios, virtudes o deberes que el mismo agente considera como constituyentes genuinos de su moralidad.
Se han propuesto diversos criterios para justificar un whistleblowing y, por tanto, dar una cobertura ética que sustente la acción llevada a cabo por el denunciante (whistleblower). Uno de ellos, ya clásico, fue elaborado en su momento por Richard De George en su texto Business Ethics (1986). Un enfoque diferente es sostenido por Michael Davies en su trabajo “Some Paradoxes of Whistleblowing” (Business and Professional Ethics Journal, 1996). El modelo de Davies –conocido como la teoría de la complicidad– enumera ciertas condiciones a cumplimentar, a saber:
a. lo divulgado debe provenir de la institución en donde el agente trabaja;
b. el agente debe ser una persona que voluntariamente trabaje en la institución;
c. la organización, aun siendo legítima, practica acciones que son éticamente muy cuestionables;
d. el agente considera que será cómplice de actos moralmente inaceptables si no los divulga públicamente.
Davies considera que, además, los puntos c y d sean entendidos como conocimiento concreto, es decir que el agente las considere creencias justificadas y verdaderas (para ello debe poder contar con evidencias sólidas que avalen su accionar).
Es pertinente mencionar aquí, además, que en varios países se ha legislado con variado y desigual impacto lo concerniente al whistleblowing, en particular en lo referente a la protección de las personas denunciantes (Whistleblowers Protection Act, Australia, Public Interest Disclosure, Nueva Zelanda o el Public Sirvants Disclosure Protection Act, en Canadá). En los Estados Unidos existe el Whistleblower Protection Act desde 2007. Asimismo, la gubernamental OSHA (Occupational Safety & Health Administration, Estados Unidos) tiene su propio manual dedicado a los actos encuadrados en el whistleblowing, en particular para la tramitación de denuncias por represalias. Así, en su capítulo 14 (dedicado a las empresas financieras) establece: “Ninguna empresa, incluyendo cualquiera o cualquier funcionario, empleado, contratista, subcontratista o agente de dicha empresa puede despedir, degradar, suspender, amenazar, acosar, o de cualquier otra manera discriminar contra un empleado en los términos y condiciones de empleo debido a cualquier acto que, realizado por el empleado, proporcionara información sobre cualquier conducta que el empleado cree razonablemente constituya una violación del marco legal, cualquier regla o regulación de la Comisión de Bolsa y Valores, o cualquier disposición de las leyes federales en materia de fraude contra los accionistas”.
Entendemos que, tanto en el plano de la ética (por ejemplo, apego al modelo de Davies) como también en la jurisprudencia de diversos marcos legales que regulan la divulgación de información clasificada, las acciones realizadas por individuos como Hervé Falciani están plenamente justificadas. Falciani pudo encontrar con su acción la respuesta adecuada para su dilema ético: ¿qué prevalece en la balanza, la lealtad a tal o cual compañía o el bienestar de la comunidad?
Ricardo Maliandi, una de las voces más autorizadas de los estudios éticos en Argentina, nos recuerda que la cuestión del conflicto moral representa efectivamente una especie de núcleo de donde derivan todas las cuestiones éticas. Citando a Antonio Machado, en Etica, conceptos y problemas (Buenos Aires, 2009), Maliandi agrega “¿Se vive de hecho o de derecho? He aquí nuestra cuestión. Comprenderéis que éste es el problema ético por excelencia, viejo como el mundo”.
* Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional del Comahue.
vladi.cares@gmail.com
Página/12 :: cash
HSBC: grande lavanderia do dinheiro das drogas
Posted by Thoth3126 on 02/11/2014

HSBC não conseguiu agir sobre lavagem de dinheiro, disse Senado dos EUA
Uma dura e contundente investigação do Senado dos EUA concluiu que o gigante HSBC, o maior banco da Europa, com sede em Londres, Inglaterra, ignorou todos os sinais de alerta de que as suas operações globais estavam sendo usadas para lavagem de dinheiro do tráfico de drogas e por potenciais terroristas. A Divisão mexicana do HSBC também esta sofrendo uma crítica particularmente dura e difícil. Segundo o relatório, ela continuou a fazer negócios com “casas de câmbio” – negócios de troca de moedas – anos depois que os seus concorrentes pararam esse tipo de operação…
Tradução, edição e imagens: Thoth3126@gmail.com
A Investigação concluiu que o HSBC S/A o maior banco da Europa ignorou os sinais de alerta sobre os lavadores de dinheiro das DROGAS e terroristas potenciais.
– Fonte: http://www.guardian.co.uk/
Dominic Rushe em Nova York – The Guardian
Uma dura e contundente investigação do Senado dos EUA concluiu que o gigante HSBC, o maior banco da Europa, com sede em Londres, Inglaterra, ignorou todos os sinais de alerta de que as suas operações globais estavam sendo usadas para lavagem de dinheiro do tráfico de drogas e por potenciais terroristas.

A sede do HSBC em Londres. De acordo com uma investigação do Senado dos EUA, o banco não agiu com controles sobre a lavagem de capitais das drogas. Fotografia: Facundo Arrizabalaga / EPA
As conclusões do inquérito serão exibidas terça-feira em Washington quando os funcionários do HSBC serão chamados para explicar as ações do banco. A comissão do Senado divulgou um relatório com 340 paginas antes dessa reunião que catalogou e citou os controles frouxos nas operações do banco.
A Divisão mexicana do HSBC esta sofrendo uma crítica particularmente dura e difícil. Segundo o relatório, ela continuou a fazer negócios com “casas de câmbio” – negócios de troca de moedas – anos depois que os seus concorrentes pararam esse tipo de operação por medo de que elas pudessem ser operações de fachadas para lavagem de dinheiro dos grandes cartéis de drogas.
O relatório diz que o HSBC do México tinha uma filial nas Ilhas Cayman que, em 2008 trabalhou com 50.000 contas de clientes e US$ 2,1 bilhões em participações societárias – em país onde sequer tinha pessoal ou escritórios. O HSBC também enviou notas bancárias (Note Bank) de carro ou avião para o HSBC nos EUA. O banco enviou US$ 7 bilhões para os EUA desde o México, em 2007 e 2008, segundo o relatório.

Montanhas de Dólares do tráfico de drogas transformam traficantes e grandes bancos em sócios no crime organizado… Há muito tempo…
O banco também contornou as sanções econômico-financeiras norte-americanas impostas a países como Cuba e o IRÃ, diz o relatório. Em um caso analisado pela comissão, duas filiais do HSBC processaram 25.000 operações envolvendo US$ 19.4 bilhões, durante mais de sete anos sem revelar as ligações das transações com o IRÃ.
O banco HSBC também forneceu dólares e serviços bancários para bancos na Arábia Saudita e Bangladesh, apesar desses bancos terem conexões com o financiamento do terrorismo, diz o relatório.
Em outro exemplo de falta de controle, diz o relatório sobre as atividades ilegais do HSBC, apuraram operações de limpeza de dólares de US$ 290 milhões ao longo de quatro anos, em cheques de viagens (US travellers Checks) suspeitos para um banco japonês, beneficiando russos que alegavam estar no negócio de carros usados.
“Em uma época de terrorismo internacional, de consumo elevado e violência das drogas, o crime organizado em nossas ruas e em nossas fronteiras, parar o fluxos de capitais ilícitos que suportam essas atrocidades é um imperativo de segurança nacional”, disse o senador Carl Levin, presidente da subcomissão do senado.

“O HSBC usou o seu banco nos EUA como uma porta de entrada para o sistema financeiro dos EUA para algumas de suas filiais do HSBC em todo o mundo fornecer (e lucrarem muitíssimo) serviços de dólares norte-americanos para os clientes enquanto estava jogando rápido, fácil e livre com as normas bancárias norte americanas”.
Em um comunicado na noite de segunda-feira o HSBC declarou: “Nós aprendemos muito trabalhando com o subcomitê sobre esta caso e história e também estamos trabalhando com as autoridades reguladoras dos EUA, e reconhecemos que nossos controles poderiam e deveriam ter sido mais fortes e eficazes, a fim de detectar e lidar com um comportamento inaceitável”.
“Acreditamos que esse caso histórico irá fornecer importantes lições para toda a indústria financeira na busca de evitar atores ilícitos que entram no sistema financeiro global. “Com uma nova equipe de liderança sênior e uma nova estratégia sendo implantada desde o ano passado, o HSBC já tomou medidas concretas para aumentar o seu quadro para responder a estas questões, incluindo mudanças significativas para fortalecer o cumprimento de gestão de risco, e da cultura.”

O relatório também é altamente crítico aos reguladores do governo. Em 2010, o Escritório do Controlador da Moeda (Office of the Comptroller of the Currency-OCC), havia citado o HSBC para uma série de deficiências, incluindo a falta de acompanhamento em transferências eletrônicas de US$ 60 bilhões e atividades das contas e uma carteira de 17.000 alertas de pendências sobre as atividades suspeitas de contas.
Mas os investigadores descobriram que o Escritório do Controlador da Moeda (Office of the Comptroller of the Currency – OCC) não tinha tomado uma única ação sequer de penalização contra o banco nos últimos seis anos.
O novo executivo-chefe do HSBC, Stuart Gulliver disse a equipe na semana passada que ele iria pedir desculpas pelo comportamento passado do banco antes do que se espera que seja aplicado uma multa substancial ao HSBC.
“Entre 2004 e 2010, nossos controles para lavagem de dinheiro deveria ter sido mais forte e eficaz, e não conseguimos detectar e lidar com o comportamento inaceitável“, disse Gulliver.

“A observância e a cultura do HSBC para o cumprimento das normas legais tem sido permissivamente poluída por um longo tempo“, disse Levin.
“A recente mudança na liderança do banco sinaliza que o HSBC está empenhado em limpar a casa. Esse compromisso é bem-vindo, certamente, mas vai demorar mais do que meras palavras para o banco mudar de rumo. Assim como certo é a necessidade de regulação mais dura pela OCC”.
Leia o comunicado de imprensa do Senado dos EUA no link: http://www.hsgac.senate.gov/subcommittees/
Mais informações sobre “grandes bancos”, drogas e corrupção:
http://thoth3126.com.br/o-trafico-de-opio-em-hong-kong-illuminatis/ http://thoth3126.com.br/h-s-b-c-opio-e-drogas-a-origem-do-banco-ingles/ http://thoth3126.com.br/a-verdade-sobre-os-grandes-bancos-ocidentais/ http://thoth3126.com.br/grupo-bilderberg-entrevista-com-banqueiro-suico/ http://thoth3126.com.br/a-situacao-global-uma-atualizacao/ http://thoth3126.com.br/category/reptilianos/
Curtir isso:
Curtir Carregando...