París ya no es una fiesta
Por: Tatiana Escobar Casares | 30 de marzo de 2012
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Via montraficLa jueza Florence Schmidt-Pariset de la Sala Décima del Tribunal Correccional de París ha condenado a Nicolas Busnel, administrador de la boutique erótica 1969, a cerrar sus puertas en el transcurso de un mes y a pagar un simbólico euro por daños e intereses a los demandantes, dos entidades familiares cristianas: la Confédération Nationale des Associations Familiales Catholiques (CNAFC) y CLER Amour et Famille.
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Fachada de 1969, via LibérationYo no sé qué pasa últimamente con los vecinos de "la France" que nos traen entre sustos y disgustos. Cuando no es el presidente (que se cree el ajonjolí de todos los moles) o esa encarnación del inquieto zorrillo Pepé Le Pew conocido como DSK (cuya defensa en el "Affaire Carlton" ha abierto un encendido debate internacional sobre si es posible distinguir a una prostituta desnuda de cualquier otra mujer desnuda), son los guiñoles metiendo el dedo en la llaga, y ahora hasta con la justicia hemos topado.
"For Scent-imental reasons", dirigido por Charles M. Jones para Looney Tunes. Warner Bros Cartoon
Volviendo al condenado, Nicolas Busnel no es precisamente el personaje más querido de la industria para adultos del viejo continente. Además de las boutiques 1969 (la primera abrió en Le Marais en 2004 y la segunda en Marsella, en el verano del 2006), es dueño de la distribuidora Lovely Planet (distribuidor oficial en Francia de marcas líderes del sector como Fun Factory o Lelo), de la marca de lencería Maison Close, de una marca de cosméticos eróticos y de las marcas de juguetes eróticos Love to Love y Marc Dorcel, bajo licencia del mítico productor francés de películas eróticas.
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Este emporio del erotismo con una cifra de negocios estimada en 8 millones de euros para el ejercicio 2010 le ha valido no pocas enemistades a Monsieur Busnel, agente activo en todos los eslabones de la cadena comercial de los productos para adultos. De hecho, cuando esta sucursal de “1969, Curiosités Désirable” abrió sus puertas en 2008, en el número 69 de la rue Saint Martin del distrito parisino de Beaubourg, la noticia levantó revuelo en la industria europea ya que a pocos pasos de distancia se ubica Passage du Désir, otra mítica boutique erótica vecina de la calle Saint Martin y muy querida por todos en la industria, dedicada al "desarrollo sostenible de la pareja" y que de momento se ha librado de la nueva inquisición.
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Via Passage du DésirResulta que a comienzos de febrero las dos asociaciones cristianas denunciaron a la boutique 1969 por vender objetos de carácter pornográfico en las proximidades de una escuela, apoyándose en una ley de 1987 endurecida en 2007, según la cual "se prohibe la instalación, a menos de doscientos metros de un centro de enseñanza, de un establecimiento cuya actividad sea la venta o la puesta a disposición del público de objetos con caracter pornográfico", con penas de hasta dos años de prisión y multa de hasta 30.000 euros.
Ni la escuela ni los vecinos se habían quejado de la existencia de la tienda, y ni siquiera las parroquianas de la Iglesia ubicada justo en frente de la Boutique, que se roban el show en este video grabado por el diario L’Express donde una de ellas argumenta: "Esta es una iglesia que está situada en un lugar donde existe este tipo de comercios. Y punto. Esto forma parte de la vida. Y si la iglesia no forma parte de la vida, yo no sé donde está ¿En una pequeña nube? ¡No! Estamos en la Tierra".
L’Express: "A ojos de la ley, un juguete erótico es aquí un objeto pornográfico"
Tan pronto se presentó la batalla Familias Católicas Vs Vibradores, la prensa francesa se hizo eco del surrealista acontecimiento. El debate no tardó en llegar: ¿Son los sex toys objetos pornográficos? Según un informe de la comisión de asuntos sociales del Senado a propósito del “proyecto de ley de reforma a la protección de la infancia”, los comúnmente llamados sex toys deben considerarse “objetos de carácter pornográfico”. ¿Y deben equipararse ante la ley las boutiques eróticas o Love Shops destinadas a mejorar el placer de la pareja y de las mujeres, con los sex shops tradicionales?
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La sentencia del pasado 29 de febrero dictada por la jueza Florence Schmidt-Pariset, condenando a 1969 a echar el cerrojo por ser considerada de carácter pornográfico, responde alto y claro a estas preguntas. Según declaraciones de Richard Malka, abogado de la defensa, al periódico Libération: “Francia es hoy en día el único país del mundo occidental que considera un pato vibrador como un objeto pornográfico. Somos el hazmerreír de los medios extranjeros”.
Y aunque la condena del tribunal correccional ha sido simbólica –el pago de 1 euro, frente a los 20.000 euros que reclamaban los demandantes- el mes pasado la justicia francesa ha lanzado un anuncio alto y claro a las madrigueras de los conejitos rampantes, los gusanitos giratorios, los patitos vibradores, y demás fauna de la cacharrería erótica de nuestros tiempos: ¡Alejaos de las escuelas…!Fotografía de François Guillot (AFP) en Passage du Désir via Libération
…Y acercaros, por ejemplo, a los cementerios. Para el sociólogo Baptiste Coulmont, autor de Sex-shops, una histoire française, un análisis de la cartografía del centro de París revela que resulta prácticamente imposible instalar una tienda semejante en ningún lugar del centro de París, ya que los escasos lugares instalados a más de doscientos metros de distancia de los centros de enseñanza son cementerios, ministerios o parques. Desde el 2000 al 2007, en estimaciones de Coulmont, han cerrado un 20% de los establecimientos sex-shops, pasando de 110 a 90-85 en París.
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Representación de la zona de prohibición en París, via Libération (Baptiste Coulmont).
Tal como advierte Richard Malka en declaraciones a Libération, si se aplica la regla de los 200 metros “los únicos lugares donde se podría todavía instalar este tipo de comercios en París serían los cementerios, los parques y sobre el trazado ferroviario”. Por su parte, Monsieur Busnel ha decidido apelar la sentencia, pero aún así ha anunciado el cierre definitivo de la sucursal parisina de 1969 "por problemas económicos". Mira tú por donde.Y mientras nos bebemos un Pastis Ricard en duelo por la enésima ciudad empeñada en renegar de sus bajas pasiones, casi lo voy a dejar hasta aquí, por si nos está leyendo Ana Botella, no vayamos ahora a darle ideas…
30/03/2012
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